Siempre pensé que mi esposo solo era distante, pero que me amaba.
Hasta que, después de un accidente aéreo, como sobreviviente, lo vi acompañando a otra mujer a un examen prenatal en el hospital.
Me di cuenta de que nunca había entrado en el corazón de ese hombre.
En el momento en que decidí dejarlo ir, ¡ya no escondería más mi verdadera identidad!
¡Como nieta del hombre más rico del mundo, haré que se arrepienta de lo que hizo!